El dato clave del “Techo Electoral”
Emilio Martínez
Cardona
Sobre un reciente
estudio de las tendencias de opinión, el diario Clarín de Buenos Aires publicó
un artículo titulado “Bolivia: mejora la perspectiva electoral de Añez para los
comicios de mayo”, donde se remarca que lo más significativo de ese informe son
los resultados del llamado “Techo Electoral”.
De acuerdo a estos
datos, un 40,6% de los electores podría llegar a votar por Jeanine Añez,
mientras que un 39,6% puede hacerlo por Luis Arce Catacora, del Movimiento Al
Socialismo.
Otro aspecto del
estudio subrayado por Clarín es el de la imagen negativa (“a quién nunca
votaría”), que también daría una pauta sobre la proyección máxima de
crecimiento de cada uno de los postulantes en carrera. La mayor imagen negativa
sería la de Tuto Quiroga (79,1%) y de allí de manera descendente aparecen Chi Hyun
Chung (78,5%), Luis Fernando Camacho (74,8%), Carlos Mesa (64,9%), Luis Arce
Catacora (54,9%) y Jeanine Añez (54,5%).
Cabe acotar que en
imagen positiva los números de los punteros son de 45,5% para Añez y 45,1% para
Arce.
Según Ana Sanz
Campos (www.crecimientopolitico.com), el techo electoral “sería el porcentaje
máximo de votos que un partido puede conseguir en una situación ideal, por
encima de la cual es complicado que un partido pueda seguir creciendo, al menos
sin condiciones excepcionales”.
En el caso
boliviano, la “situación ideal” a la cual aproximarse sería la concentración
del voto en torno a una candidatura democrática que logre: a) impedir el
retorno de la autocracia masista al Poder Ejecutivo; y b) viabilizar una
mayoría parlamentaria propia (o lo más cercano posible a ella), garantizando
gobernabilidad y estabilidad para los próximos cinco años.
La actual zozobra
por el abuso del mecanismo de las interpelaciones y la censura ministerial, de
parte de los otrora “conciliadores” del MAS (realineados con el sector duro de
su partido), pone en evidencia la necesidad de construir una mayoría
democrática en la Asamblea Legislativa Nacional (evitaré el ideológico
“pluri”), capaz de sintonizar con el Ejecutivo en las grandes tareas
republicanas que hay por delante.
El sistema electoral
boliviano asigna a través del método D´Hont ciertas bancas adicionales a la
primera fuerza política. Y si a esto se suma una geografía de circunscripciones
uninominales que le da más escaños a los votantes rurales que a los urbanos (en
franco desequilibrio demográfico), se tiene un riesgo importante de que el
Movimiento Al Socialismo pueda alcanzar o rozar la mitad de las bancas en ambas
cámaras.
De ahí que la
construcción óptima de mayorías sea en primera vuelta, que es donde se define
la composición del Parlamento.
Huelga decir que un
retorno del MAS al poder significaría -ahora sí- su eternización en el mismo,
con niveles de coacción y abuso muy superiores a los vividos en los últimos 14
años.