lunes, 22 de enero de 2024


Se publicó el número 124 de Problèmes d'Amérique latine, dedicado al “Constitucionalismo mágico” de nuestra región. Adjunto link al editorial (Daniel Dory, Emilio Martínez Cardona, Hervé Théry).


https://www.cairn.info/revue-problemes-d-amerique-latine-2023-2-page-5.htm

https://www.cairn.info/revue-problemes-d-amerique-latine.htm

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Analistas: Los 5 Mitos de Octubre es “un libro imperdible”  

Una obra que investiga el pasado para entender el presente y proteger el futuro


El escritor Emilio Martínez Cardona presentó su nuevo libro, publicado por editorial El País y titulado “Los 5 Mitos de Octubre”, donde afirma que “los datos desmienten el relato oficial sobre la guerra del gas”. La investigación, que muestra las raíces de la actual situación política del país, ha concitado amplias repercusiones entre analistas, académicos y periodistas.     

“Basándose en hechos reales, pericias forenses y balísticas, testigos y datos irrefutables, Emilio Martínez Cardona ha develado 5 mentiras convertidas en mito. Y desmonta un relato de carácter político que determinó el devenir histórico de los últimos 20 años”. 
Susana Seleme

“Muy coherente y didáctico. Un libro imperdible que hay que leer”. 
Carlos Valverde

“La presencia y actuación de grupos armados en el país es una actuación alentada al menos desde inicios de este nuevo siglo, como lo demuestra el escritor Emilio Martínez en el libro que acaba de publicar”. 
Maggy Talavera

“Este libro mejora la calidad de información sobre lo ocurrido en octubre de 2003”. 
Roberto Laserna

“Al contrastar el relato de ese luctuoso pasaje histórico con documentos que ha encontrado en su tarea investigativa, Martínez descubre hechos que, a modo de explosivos, hacen tambalear los cimientos de la narrativa de la guerra del gas”. 
Marco Zelaya

“Un excelente trabajo, que desmiente varias postverdades a propósito del año 2003, elaboradas con el fin de engañar a la opinión pública, y que muestra lo que ocurrió en realidad”. 
Gonzalo Flores

“Emilio Martínez tiene el valor de decir la verdad en una época construida sobre mentiras”. 
Hugo Marcelo Balderrama

En venta en las librerías de Bolivia (70 Bs.)
Santa Cruz: Lectura, El Ateneo, Alma Mater, San Pablo y Liberland
La Paz: Yachaywasi, Lectura, Sólo Libros, La Torre y El Baúl del Libro
Cochabamba: Amigos del Libro
Sucre: Rayuela
Tarija: Piscis
Delivery en todo el país: 75634567 o al link https://wa.link/xx5y3g

lunes, 23 de octubre de 2023

 ¡Ya está en las librerías de cuatro ciudades!

Santa Cruz: Lectura, El Ateneo, Alma Mater, San Pablo y Liberland (tiene delivery)

Cochabamba: Amigos del Libro

La Paz: Yachaywasi, Lectura, Sólo Libros, La Torre y El Baúl del Libro

Sucre: Rayuela



miércoles, 18 de octubre de 2023

 


Los datos versus el relato de octubre

Emilio Martínez Cardona

Ayn Rand decía que “los absurdos no refutados de hoy son los lemas aceptados de mañana”. De igual forma, las versiones falseadas de hechos de hace 20 años, sentaron las bases de una narrativa con la que se ha seguido distorsionando la interpretación de otras crisis a lo largo de dos décadas.

El relato oficial sobre octubre de 2003 es la piedra fundamental para una narrativa que sólo ve víctimas en un bando de los conflictos, que asigna culpables automáticos en el otro y que, en definitiva, ha ayudado y acompañado a la deconstrucción de la imperfecta democracia que existía en Bolivia hasta inicios del siglo XXI, para su sustitución por un régimen híbrido cada vez más autoritario y dictatorial.

El sesgo deliberado que se aplicó a los hechos de octubre se repitió, por ejemplo, en la interpretación de Porvenir (2008), Sacaba y Senkata (2019), entre otros casos.

Por supuesto, la metodología no es estrictamente boliviana, aunque el país sí fue el laboratorio socio-político inicial para su experimentación. Después sería implementada en Chile, Colombia, Ecuador y Perú, con resultados desiguales pero con tres constantes en sus objetivos: a) el intento de derrocar a un presidente democrático, b) forzar la apertura de un proceso constituyente, aunque no estuviera previsto en la Constitución vigente, y c) abrir el camino a la elección de un candidato presidencial de la izquierda populista, mostrado como el único que podía garantizar la “gobernabilidad social” después del intenso periodo de inestabilidad. El guión se ha repetido para facilitar la llegada al poder de Evo Morales, Gabriel Boric y Gustavo Petro.

En el caso específico de octubre de 2003, el relato oficial se ha basado en 5 mitos, que he contrastado con elementos objetivos como pericias forenses y balísticas, antecedentes de credibilidad de los testigos e inconsistencias de testimonios, entre otros parámetros. Y los mitos no pasaron la prueba.

Esta revisión, que reúno en el libro “Los 5 Mitos de Octubre” que presento por estos días, demuestra que muchos de los disparos letales no pudieron provenir de las fuerzas militares; que el ELN y las FARC estuvieron efectivamente presentes en ese momento en Bolivia; que uno de los incidentes centrales de octubre no se dio como cuenta la versión oficial; que Perú nunca fue una opción viable para la exportación de gas boliviano; y que el diálogo para la pacificación democrática fue saboteado por los líderes del alzamiento armado.

Se puede concluir que el relato oficial se ha convertido en un mecanismo de encubrimiento que, lejos de buscar hacer justicia, distrae la atención de los verdaderos impulsores de la violencia. Luchar por los derechos humanos que fueron vulnerados en octubre requiere asumir e integrar estos elementos críticos, para acercarnos a una verdad histórica que ha sido escamoteada de forma sistemática. 



sábado, 16 de septiembre de 2023


PODCAST. En tu plataforma favorita.

viernes, 23 de junio de 2023

Comparto versión en PDF del Informe sobre Libertad de la Cultura 2022, que presenté en el Oslo Freedom Forum.

https://drive.google.com/file/d/1VT21vwnaeGHeeeaSzcliWEM0ayZ7usPd/view?usp=sharing



miércoles, 5 de octubre de 2022

Universidad de Nueva York publica texto de Emilio Martínez en homenaje a César Vallejo

La revista de la Universidad de Nueva York publicó un dossier en homenaje a los 100 años del libro Trilce, de César Vallejo. El dossier incluye un texto del escritor Emilio Martínez Cardona.

https://wp.nyu.edu/gsas-revistatemporales/dossier-trilce-100/

sábado, 4 de junio de 2022

 


Muy complacido en formar parte del nuevo Comité de Redacción de Problèmes d'Amérique Latine, la principal revista en lengua francesa sobre las evoluciones políticas, económicas y culturales contemporáneas de nuestro continente.

https://journaleska.com/index.php/pdal/committee

miércoles, 11 de agosto de 2021


 



 

lunes, 2 de agosto de 2021

La filosofía y el arte de vivir



El pasado sábado se presentó en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz la obra más reciente de Emilio Martínez Cardona, Filosofía en la hamaca, publicada por la Editorial 3600. La escritora y pedagoga Angélica Guzmán Reque fue la encargada de comentar el libro, con el texto que sigue a continuación.

Angélica Guzmán Reque

 La filosofía, desde sus inicios allá en el mundo griego, fue definida como “amor a la sabiduría”. Es también una forma propia de entender el mundo y la vida. Significa templanza, fortaleza o serenidad para afrontar una situación complicada. En este sentido, la expresión 'tomarse las cosas con filosofía' significa relativizar un problema.

 Por lo que, después de leer y releer algunos conceptos emitidos en el libro que hoy presenta Emilio y, aunque son ensayos con temas dispares, advertí que entre todos hay un hilo conductor, son temas que abordan filosóficamente lo esencial del ser humano y, se advierte que, a través de innumerables alusiones a obras y autores, unos lejanos, otros actuales, hay un movimiento constante en el desarrollo del pensamiento crítico, reflexivo y analítico, con una visión ética y de orientación moral que proporciona recursos para vivir mejor a título individual y social, en el intento de reunificar el conocimiento, cada vez más fraccionado y especializado, y la filosofía, por su carácter multidisciplinar, es la que aporta conceptos para fomentar el diálogo y los vínculos entre el arte, la religión, la biología, la tecnología y muchas otros.

 Los ensayos que Emilio Martínez reflexiona (24 más dos poemas finales) en Filosofía en la hamaca, versan en su mayoría sobre la vida cotidiana actual, con innumerables referencias a Platón, Aristóteles, Heidegger, Burke, Spinoza, Rilke, Montaigne, Kant, Séneca y otros, que pertenecen al mundo clásico, que vivieron años, siglos antes que nosotros. Sin embargo, nos legaron preocupaciones con la visión del mundo de hoy. De ellos, Emilio recoge ejemplos de pensamiento que nos permiten entender que las dificultades que hoy afrontamos no son consecuencia de la crisis de la que tanto se habla; que desde que existe la humanidad la vida ha sido difícil y que la felicidad no es tener una vida fácil, sino que amar la vida es amar también sus dificultades porque deseamos y juzgamos lo que es bueno para nosotros.

 Al presentar esta magnífica obra de Emilio, Filosofía en la hamaca, de ensayos filosóficos, abordaré algunos de una serie de conceptos e interpretaciones muy diversas que hace el autor, con una minuciosa idealización de sus propios conceptos, como de muchos autores, maestros en el pensamiento de su época y estudiosos acuciosos de la materia que les interesa.

 Emilio hace un paseo fenomenal por distintas rutas. Desde sus años infantiles, en su primer artículo Kant en bicicleta, vislumbrándose como un adolescente rebelde pero con causa, porque pocos son los que a esa edad puedan desviar su propósito hacia lecturas filosóficas, de grueso calibre lingüístico. Por cierto, sí que los entendía. De lo contrario, no tendríamos el presente libro. Sí, de filosofía, pero, como él dice, ficcionales, pero con lenguaje cultural apetecible para muchos.

 Pienso que su reflexión en Filosofía en la hamaca, que es el ensayo que da el título a la obra, manifiesta cómo un ejemplo tan simple, como es el oscilar de la hamaca, para muchos de descanso, de ensoñación; una “aporía de la hamaca” que ya había sido referida por el filósofo Manfredo Kempff Mercado. Que las dudas en forma de aporías están al alcance del pensamiento y las deducciones. Con el oscilar de la hamaca, o no, lo cierto es que nuestro autor refiere su mundo de principios y conceptos generales de temas que nos aquejan a los seres humanos, de todos los tiempos, como la misma filosofía, la economía, el manejo social, el pensamiento político y, sobre todo, los temas literarios, con distintos aspectos. Así debemos entender a este amigo pensador.

 Gran admirador de Borges, que, en su ensayo Borges y la filosofía, cita a muchos autores que pretendieron interpretar la afinidad o inclinación del pensamiento de Borges, para asegurar que fue y es un gran escritor o como dijo Savater: que está ubicado entre aquellos escritores que piensan por imágenes y que lo hacen mediante abstracciones. De dar vida imaginativa a filosofemas.

 Otro de los grandes problemas que aqueja al mundo es el de las revoluciones por el poder, las distintas revoluciones que han hecho historia, la imposición de nuevas ideas, los conservadores y los renovadores, las de ideales de igualdad y restablecimiento de la libertad del individuo, como los derechos de masas, tan vigente. La lucha por conseguir la libertad de pensamiento y accionar. Son fenómenos de la vida social, política y económica para los que ni siquiera la ciencia tiene respuesta; pero sí, nos permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen crítico, para poder ejercer su libertad y responsabilidad, hablamos de forma racional y argumentada, a escuchar los ajenos y estar dispuestos a modificar nuestro propio punto de vista, siempre que fuera necesario.

 En lo referente a la literatura y al lenguaje, como elemento clave, son variados los pensamientos filosóficos referidos a este tema. Así se refiere a la poesía, porque la elegía busca expresar a través de la palabra la brevedad de la vida, aquello que se conserva en la memoria más allá de la pérdida o la desaparición. En resumen, la elegía marca esa etapa de la vida, vivencias que nos acercan al dolor por lo inefable, por lo que apenas conocemos. La expresión de lo invisible, después de lo visible. Emilio cita a grandes poetas de la lírica, los nombres de Kant, Burke, Rilke y Heidegger, cultores de lo efímero de la vida. Para recalcar que la diferencia entre lo bello y sublime está precisamente en esa realidad de vida: la apreciación de la belleza de la vida y la sublimidad que experimentamos, en la magnificencia de saber que no morimos si sabemos dejar en versos y obras humanas nuestro propio quehacer, que trasciende. En lo que Rilke decía “el amor vive en la palabra y muere en las acciones”.

 Pensando en la posibilidad de transformar la realidad mediante innovaciones en el lenguaje literario, manifiesta teorías y expresiones relacionadas con el modo de analizar, como la de Ludwig Wittgenstein, en la relación del lenguaje y su poder creador. Emilio llega a su propia conclusión, diciendo que, en realidad, “los límites de mi mundo son los límites de mi lenguaje. Son los límites del lenguaje los que ponen fronteras a nuestra existencia. Explica, además, desde el punto de vista de la poesía que el lenguaje no es un espejo de la realidad. Más bien, el mundo es la totalidad de lo que decimos sobre él. Como un juego del lenguaje. Sólo posible en el mundo de la ficción literaria.

 Nos manifiesta una historicidad de lingüistas y estudios filológicos, desde tiempos pasados, ocupados con esta finalidad, para centrarse en el escritor latinoamericano Julio Cortázar y en su intento de crear un lenguaje diferente, el glíglico, que es más bien un lenguaje musical, no de textura semántica. Toda creación del lenguaje viene a convertirse en un objeto nuevo en el universo, porque el lenguaje es viva expresión, por eso mismo cambiante, manipulable, creciente. Y la literatura, a través de la ficción que puede mover montañas, cambia la realidad cotidiana. Podemos recordar los cambios causados en la historia de la humanidad por obras eminentemente de ficción, como la Biblia o el Kapital de Karl Marx.

 Los países imaginarios como el de la Utopía de Tomás Moro, son los juegos del lenguaje que nos permiten manifestar un sinfín de realidades, no siempre palpables; que el fuego robado a los dioses, no fue sino el lenguaje, y desde entonces, piensa Emilio, somos ladrones del fuego todos, los que nombran y son nombrados.  Que para los cabalistas, el lenguaje es creador y la Torá contiene todos los textos, todas las combinaciones que pueden darse para crear otros mundos y otras realidades. Es el alfabeto o el lenguaje, creador del universo a través de sus letras. La Torá, escrita en el lenguaje de Dios, en ese lenguaje que es Dios, revela el mecanismo del mundo y funciona como “manual de instrucciones” para intervenir en él. Y concluye diciendo que el lenguaje es la Gran Tautología, el Diccionario Absoluto, la Manzana de la Palabra. Es infinito y, por lo tanto, es la clave de nuestra libertad.

 

A estos cambios y contradicciones hace referencias en las utopías, también manifestadas en obras literarias. Hace un análisis y prospección partiendo de concepciones literarias, relacionadas con ideales político-sociales, unas veces ideológicos con excesivos defensores de sus elucubraciones y posiciones de sus ideales de triunfo y totalitarismo. Emilio toma esos idealismos que fueron expuestos en obras utópicas. La palabra utopía proviene de la obra de Tomás Moro, donde los habitantes de una isla, llamada Utopía, viven de forma pacífica y armónica, compartiendo sus bienes y cuidando unos de otros. Se trata de una «sociedad perfecta» en todos los aspectos y que contrastaba, de forma clara, con la sociedad inglesa de la época. Donde paradójicamente, se concibe como alcanzables, pasando luego por las distopías, que son anverso y reverso de un mismo género filosófico, sociológico, antropológico y literario. Lo que diferencia a la utopía de la distopía es el desenlace. La utopía describe una luminosa sociedad futura, mientras la distopía opta, por lo contrario: lo que anticipa es una sociedad sombría y ominosa.

 

Obras como la de Orwell, con Rebelión en la granja, Aldous Huxley en Un mundo feliz, como mencionando que importa más en nuestra época la ciencia ficción que la ciencia. Desarrolladas también en nuestra literatura, en El viaje de Rodrigo Antezana o las obras de Edmundo Paz Soldán, hasta llegar a las ucronías, un género literario que también podría denominarse novela histórica alternativa y que se caracteriza porque la trama transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado, en el que algún acontecimiento sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad.

 

Lo ciento es que han tenido que pasar un sinfín de hechos históricos e ideales en la conformación de sociedades y gobiernos, perfectamente idealizados, aunque siempre desde el punto de vista de sueños y ensoñaciones muy personales, siempre sin tomar en cuenta las conformaciones sociales por seres pensantes y de ideologías individuales, genética y culturalmente particulares y perfectamente libres de su accionar y pensamiento. Muchas han quedado en obras literarias o ensayos político-sociológicos que el cine se ha valido de ellos para presentar al mundo esas posibilidades de cambio, casi completamente diferentes a las formas de vida, inclusive a la conformación arquitectónica y geográfica de las regiones.

 Otro elemento, por demás inquietante y actual, es el tratado en el ensayo La Adikia del siglo XXI, la injusticia entre los griegos, hoy manifestada como justicia entre nosotros. Interpretada según el precepto latino, como la voluntad de dar a cada uno su derecho. Por lo que, la Adikia enmascarada, se entiende como la ausencia de aquella voluntad, su usurpación o suplantación por un falso código de equidad. Interpretado, sobre todo entre los gobiernos de socialismos totalitarios, que se manifiestan como mesiánicos justicieros, y que se implantaron como sistemas despóticos e inequitativos de la historia.

 Por lo tanto, la Adikia enmascarada por la ausencia de voluntad humana, un falso código de equidad. definida por el poeta Luis Alberto de Cuenca como “la peor tiranía que ha habido nunca”. Una injusticia que atribuye méritos y deméritos no en función del “contenido del carácter” individual, como manifestaba Martin Luther King, sino por adscripciones identitarias grupales como el género, la etnia e incluso la pertenencia generacional. Ya expuesta en la novela de Philip Roth, La mancha humana, donde se cuenta una historia que nos muestra de cuerpo entero el accionar perverso de esta falsa justicia.

 Una inversión de los valores, proféticamente prevista por G. K. Chesterton cuando dijo que “algún día tendremos que desenvainar la espada para defender que la hierba es verde”. De no hacerlo así seremos cómplices de la injusticia, que sucede (dicho por Platón/Sócrates en el Cratilo) cuando “el hombre atenta contra su propia alma: lo más importante de su vida”.

 Podría seguir exponiendo esas ideas tan actuales, como interesantes, pero dejaré que sean los lectores que acumulen conocimiento y propicien sus propias idealizaciones. Con la lectura y reflexión a que los llevará este libro de libros. Me agradaron mucho sus dos últimos poemas, que son paráfrasis. Uno de ellos, El filósofo del mediodía, nos recuerda el acertijo de la esfinge que cumplió Edipo, al entrar en su cárcel verdadera, la ceguera total; en una de sus estrofas dice: “Preguntó la Esfinge:/ ¿qué ser camina / el reverso del tiempo / y es camello en el ocaso, / león al mediodía / y niño en un infinito / amanecer?” Refiriéndose al gran maestro que fue, para Emilio, Nietzsche, aquel que vislumbró el futuro de nuestro mundo actual.

 El otro poema es como una sátira a la vida, con el tango Cambalache, hace un análisis de la pobreza de conocimiento y crítica en la que está inmerso nuestro siglo; como dice una de sus estrofas el Tango filosófico: “Que el mundo fue y será/ una aporía ya lo sé, /para Bertrand Russell /y para William James. Pero que el nuevo siglo / es un despliegue /de clausura metafísica /ya no hay quien lo niegue; /vivimos revolcaos /en un cosmos difuso /y en una misma nada /todos alienaos”.

 Felicito a Emilio por este nuevo libro que, como siempre, nos envuelve en serias disquisiciones y nos invita a pensar cuál es nuestro espacio, cuál es nuestra imagen, frente a tanta ruindad en que vivimos. Creo firmemente que sólo el arte y el conocimiento nos pueden hacer libres. Leamos y luego me darán la razón. Gracias por estar ahí y acompañar al autor que merece toda nuestra estima y agradecimiento.


jueves, 29 de julio de 2021

Emilio Martínez presenta “Filosofía en la hamaca”


En el marco de la XXII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, el escritor Emilio Martínez Cardona presentará Filosofía en la hamaca, una colección de ensayos breves sobre filosofía política, de la historia y de la cultura, con un toque de humor.

El libro es publicado por la Editorial 3600 y el acto se realizará el sábado 31 de julio a las 19:00 horas, en el Salón Gabriel René Moreno del predio ferial, con presencia del autor y comentarios de Angélica Guzmán. El evento presencial también será transmitido vía Zoom. 

El título Filosofía en la hamaca es el de uno de los ensayos recogidos en el libro, donde se analiza jocosamente la llamada “aporía guaranítica”, planteada por el filósofo cruceño Manfredo Kempff Mercado.

Otras de las páginas están dedicadas al ensayista uruguayo José Enrique Rodó y su Liberalismo y jacobinismo, a las teorías estéticas de Immanuel Kant y Edmund Burke, y hasta a un Tango filosófico que cierra el volumen.

Emilio Martínez Cardona (1971) es narrador, ensayista y poeta, nacido en Uruguay y nacionalizado boliviano. Recibió el Premio Municipal de Literatura de Montevideo y el Premio Nacional de Literatura “Santa Cruz de la Sierra”. Ha publicado una veintena de libros en diversos géneros, incluyendo De Orwell a Vargas Llosa, que Jaime Bayly calificó como “ensayos magníficos sobre las relaciones entre los intelectuales y el poder”. Sobre su narrativa, los críticos norteamericanos Alice Whittenburg y G.S. Evans (The Irreal Reader) lo sitúan entre los continuadores de Franz Kafka, Jorge Luis Borges y Kobo Abe.

Introducción del libro (Kant en bicicleta):

“Han pasado ya 36 años desde que, a los 13, me calzaba el uniforme deportivo y partía en bicicleta hacia mis supuestas clases de educación física, desviándome en realidad a la biblioteca municipal donde, ya apartado por una cómplice funcionaria, me esperaba un ejemplar de la Crítica de la razón pura.

Después, me entretenía leyendo en un parque sobre categorías y juicios sintéticos y analíticos, apodícticos y asertóricos, hasta que pasaba el tiempo hipotéticamente dedicado a los quehaceres gimnásticos y retornaba, más kantiano que atlético, al hogar.

Esa metodología predelictiva, con la cual también fumé mis primeros cigarros, se mantuvo todo ese año y en los siguientes, aunque los 13 sean los mejor preservados en la memoria: fue cuando publiqué mi primer artículo en el diario La Unión, una lectura ininteligible del oscuro Heidegger.

Ya que hablamos de él, por el ritual bicicleta-biblioteca-parque pasó El ser y el tiempo, y luego El ser y la nada de su discípulo Sartre. También la infaltable República de Platón y el muy abstruso Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente de Schopenhauer.

Después, por mediación de los escritos borgeanos o borgesianos, que incluían frecuentes referencias a Berkeley, Spinoza y Hume, me fui adentrando cada vez más en la literatura, ficcional pero de trasfondo metafísico, y ese fue el camino que siguieron mis libros de narrativa publicados en las dos últimas décadas.

Ahora, reúno en este volumen ensayos y artículos sobre asuntos de estética, filosofía política, relaciones entre ética y economía, filosofía de la historia, del lenguaje y de la cultura, esperando que quizás algún día un estudiante rebelde disienta de la convencional currícula escabulléndose en bicicleta para leer estas páginas en el parque”.

Evento Zoom

https://us02web.zoom.us/j/83942527755?pwd=YzRXK2RjS3hoMWp2SFNXZlVFUmYyZz09

ID de reunión: 839 4252 7755

Código de acceso: 308215

Cuba: ¿purga militar silenciosa?


Emilio Martínez Cardona*

Desde que las protestas comenzaron en Cuba el pasado 11 de julio, cinco generales de alto rango fallecieron en medio del hermetismo oficial, sin que se aclare la causa de sus decesos y con funerales exprés.

Hablamos de Agustín Peña, quien fungía como jefe del estratégico Ejército Oriental, Marcelo Verdecia Perdomo, Rubén Martínez Puente, Manuel Eduardo Lastres Pacheco y Armando Choy Rodríguez. Todos desaparecidos con una sorprendente regularidad, prácticamente uno cada dos días. La Parca ha estado blandiendo su guadaña con cronómetro.

Algún tuitero de la isla señaló, con negra ironía, que la pandemia debía estar terrible para afectar de esa manera al alto mando.

De lo que “no tenemos pruebas, pero tampoco dudas”, es de que en Cuba se esté desarrollando una purga militar silenciosa, contra quienes podrían eventualmente movilizarse para detener la brutal represión contra la población civil y tal vez impulsar algún tipo de apertura democrática.

Los precedentes no faltan en la isla y hasta se podría decir que la purga es parte del know-how del castrismo. De su experticia.

En 1989, en pleno proceso de derrumbe del socialismo real, Fidel Castro tomó medidas para neutralizar a los potenciales perestroikos caribeños, fusilando a varios de los oficiales de mayor renombre, como el general Arnaldo Ochoa y el coronel Tony de la Guardia. Las excusas fueron alta traición y narcotráfico, obviando que las operaciones en este último rubro habían sido un encargo de Estado, como parte de la “lucha antiimperialista”.

Claro que esta tecnología de la seguridad revolucionaria puede remontarse a Stalin y sus procesos de Moscú, que purgaron a casi toda la cúpula bolchevique -Kamenev, Zinoviev y Bujarin incluidos- dejando al “Padrecito” como amo único del Partido.

En aquellos tiempos los procesos se filmaban, tanto para el regodeo como para la intimidación, mientras que en las purgas del siglo XXI parecen predominar el sigilo y la vergüenza.

Decir que “hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando”, como lo hiciera Ernesto Guevara de la Serna, ya no resulta tan admisible. Eso dejaría sin discurso a los aliados de terciopelo, como López Obrador, Pedro Sánchez o Alberto Fernández.

Mientras tanto, ¿qué propone la disidencia cubana? Manuel Cuesta Morúa, líder del Arco Progresista, a quien conocí en el Oslo Freedom Forum del 2019, le dijo hace unos días a Andrés Oppenheimer que la comunidad internacional debería “elevar el estatus” de la oposición interna y convertirla en un interlocutor clave. Apoyándola además con un recurso fundamental: conectividad.

Por su parte, Rosa María Payá ha reclamado un mayor compromiso de la Unión Europea para una salida de la dictadura y propuso la aplicación de los “Principios de Sullivan”, empleados en su momento contra el apartheid sudafricano, para que las grandes empresas privadas que negocian con el régimen deban enfrentar la responsabilidad social negativa que conlleva cooperar con el despotismo.

Agregaremos que también sería importante que, desde los organismos internacionales pertinentes, se promueva una investigación independiente sobre la misteriosa epidemia de fallecimientos entre los generales cubanos. 

*Escritor y analista político

viernes, 23 de julio de 2021

El constitucionalismo mágico latinoamericano

Emilio Martínez Cardona*

“Si alguien leyera en el siglo XXIII las constituciones que teníamos bajo las peores dictaduras, pensaría que aquí estábamos en la Arcadia, porque todas las regulaciones de la realidad humana eran perfectas. Pero, muy por el contrario, la realidad ha sido la de los caudillos”. Las declaraciones precedentes pertenecen al escritor nicaragüense Sergio Ramírez y son parte de una conversación que sostuvimos hace muchos años, en un evento internacional realizado en el Centro Patiño de Cochabamba, diálogo que en su momento volqué en forma de entrevista.

Es oportuno recordarlas, en momentos en que otros dos países de la región, Chile y Perú, se disponen a iniciar nuevas aventuras constituyentes que prometen un supuesto paraíso igualitario.

Si tenemos en cuenta la experiencia previa de Venezuela, Ecuador y Bolivia, los experimentos del “constitucionalismo mágico latinoamericano” -que cree cambiar la realidad extendiendo catálogos de derechos sociales-, pueden acabar de dos maneras: en un simple artificio de dudosa aplicación, sin relación con la vida cotidiana de los ciudadanos; o convirtiéndose en una compleja excusa jurídica para introducir el prorroguismo presidencial indefinido, en función de los intereses de algún caudillo de la izquierda populista. También es posible, o altamente probable, que el resultado final sea una mezcla de ambas cosas.

Por supuesto, la invención de este constitucionalismo mágico no es sólo una creación latinoamericana, sino que proviene en gran medida de la Madre Patria española (Padre Matria, tal vez deberíamos decir ahora, de acuerdo a las ocurrencias de la neo-lengua en formación). Recordemos, por ejemplo, el rol cumplido por varios asesores ibéricos afiliados a la alianza neocomunista Unidas Podemos, en la redacción de las constituciones del socialismo del siglo XXI.

En otro tramo de la conversación citada, Sergio Ramírez analizaba la influencia francesa que en cierta etapa fue decisiva sobre la cultura de la región, y que puede explicar este fenómeno: “Como si se tratara de un juego de espejos, muchas veces nos hemos visto en lo que piensa Francia acerca de nosotros. Creo que el realismo mágico fue una gran invención francesa; Alejo Carpentier puso el espejo del Caribe para que los franceses vieran lo que querían ver”.

¿El constitucionalismo mágico latinoamericano puso el espejo político para que la izquierda española viera lo que quería ver, en una nueva versión del mito del buen salvaje devenido en buen revolucionario?

Lo cierto es que la idea del Estado Plurinacional, que permeó las constituciones de Bolivia y Ecuador, y que se pretende reeditar en Chile y Perú, no es una concepción endógena nacida de los “pueblos de Abya Yala”, sino un constructo académico basado en el austromarxismo, en particular de las propuestas de Otto Bauer para el viejo imperio austrohúngaro, pasadas por el tamiz de los podemitas españoles, que ven a América Latina como un laboratorio del tipo de reingenierías estatales que aspiran a aplicar allá, en la Padre Matria.

*Escritor y analista político

jueves, 8 de julio de 2021

Argentina y Chile: próximos procesos electorales


Emilio Martínez Cardona*

En ambas naciones, la ciudadanía volverá a ir a las urnas en noviembre, en el caso de Argentina para los comicios legislativos de medio periodo y en el de Chile para elegir a un nuevo presidente.

Es probable que la defectuosa gestión de la pandemia le pase factura a Alberto Fernández y al Frente de Todos (kirchnerismo y aliados), aunque se alista una batería de medidas populistas para contener la debacle. Medidas que ya se iniciaron con un aumento al salario mínimo que puede ser licuado de manera muy rápida por el proceso inflacionario.

Un problema importante para el “kirchnerismo ampliado” que representa el presidente argentino es que ya no puede repetir el truco utilizado en las elecciones generales del 2019, donde ensayó una postura más moderada que la de su ahora vice Cristina.

La gestión gubernamental ha demostrado que son lo mismo y eso le quita poder de llegada hacia el centro del espectro político.

Del otro lado de la “grieta”, como se llama en Argentina a la polarización generada principalmente por el estilo confrontacional de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), la coalición de Juntos por el Cambio prepara una oferta plural, que va desde el republicanismo liberal de Ricardo López Murphy hasta las opciones socialdemócratas impulsadas desde la Unión Cívica Radical, con el neurólogo Facundo Manes a la cabeza, pasando por las alternativas que baraja el buque insignia de esa alianza, el Pro.

Esta pluralidad y estos matices, en la medida en que se procesen en unidad, le dan mayor chance a este espacio de crecer hacia el centro, representando una ventaja estratégica fundamental frente al otro gran bloque.

Entonces, las perspectivas en Argentina son relativamente auspiciosas sobre un fortalecimiento del balance y el contrapoder parlamentario, sobre todo para frenar el copamiento del sistema judicial que espolea CFK.

En Chile las cosas parecen más complicadas, con una pérdida de discurso de la centroderecha que deja la contienda prácticamente como una disputa entre la izquierda moderada y la radical. La primera, articulando a la ex Concertación, probablemente con un candidato socialista a la cabeza, aunque los recientes comicios municipales mostraron cierto renacimiento de la democracia cristiana, que podría buscar el liderazgo.

En la izquierda radical aparece la figura del comunista Daniel Jadue, cuya eventual victoria completaría un cuadro trágico en la región andina, si es que además se confirma a Pedro Castillo como ganador de las borrosas elecciones peruanas, que merecerían una auditoría de la OEA y una repetición del ballotage bajo garantías de transparencia adicionales.

Un factor a considerar en Chile es el devenir de la Asamblea Constituyente, que comenzó con pie izquierdo eligiendo como presidente a una activista de posturas extremas. Las nuevas reglas que dibuje la Constituyente serán la cancha en la que tendrá que moverse el próximo mandatario, reglas que previsiblemente incluirán un mayor intervencionismo estatal en la economía y cupos de discriminación “positiva” contrarios al principio de igualdad ante la ley.

*Escritor y analista político

jueves, 1 de julio de 2021

Arenas blancas

Emilio Martínez Cardona

El pasado mes de mayo, en Argentina, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó a 31 personas por la megacausa de narcotráfico “Arenas Blancas”. Se trata de un fallo histórico, en un proceso judicial alargado por la pandemia y que comenzó en 2014, con un operativo espectacular que abarcó la movilización de 450 policías, 90 vehículos, 67 detenciones y 75 allanamientos.

Ese despliegue logró desactivar una red con eje en Puerto Madryn, que incluía el lavado de dinero del narco a través de dos empresas de ripio, “Áridos Quiroga” y “Áridos del Valle”, detectándose además la participación en el esquema de una legión de contadores, abogados, notarios y gestores.

La cita de esta noticia del vecino país viene a cuento de realidades que parecen estarse dando en Bolivia y que ya comentamos en dos columnas anteriores, Perjuicios de la Narconomics y Medidas contra la Narconomics.

Recordaremos someramente que, un mes y medio atrás, la Brigada Parlamentaria Cruceña inició una serie de investigaciones a raíz de las denuncias planteadas por los productores de ripio de las cuatro cuencas hidrológicas de Santa Cruz, quienes vienen advirtiendo sobre una competencia desleal de los áridos del Chapare.

Extrañamente, estos llegan desde el Trópico de Cochabamba, a 400 kilómetros de distancia, a precios muy inferiores a los de la producción local cruceña, lo que ha llevado a que en la referida reunión de la Brigada se hablara de una “presunción de lavado de dinero”, como mecanismo que explicaría la subvención de precios al ripio chapareño.

Ya en el 2019, el Premio Nacional de Periodismo, Humberto Vacaflor Ganam, había señalado en su artículo Piedras y droga que “la FELCN debería tomar nota y proponerse averiguar el misterio de las piedras que los camioneros del Chapare llevan hasta Santa Cruz para venderlas a las empresas constructoras. Camiones que llevan ripio o piedras desde Chapare a destinos más próximos inclusive a la frontera con Brasil”.

 

Y agregaba: “empresas estatales o semiestatales compraron el ripio del Chapare en Santa Cruz, favoreciendo un flujo que, ahora se puede sospechar, podría beneficiar al narcotráfico”.

Más recientemente, en otra columna titulada Droga y arena, Vacaflor ha hablado de la existencia de una especie de “drogaducto disimulado, que sus capos justifican diciendo que el ripio y la arena del Chapare es de muy buena calidad”.

Todo parece indicar que en Bolivia también hay “Arenas Blancas”, donde uno de los principales insumos de la industria de la construcción podría estar siendo utilizado en mecanismos de lavado de dinero del narcotráfico, si no es que también en aspectos logísticos de ese negocio ilícito.

Pero cabe dudar que veamos un despliegue como el registrado en Argentina para desbaratar las bandas de narco-ripieros.


jueves, 24 de junio de 2021

Borges y Bolivia


Emilio Martínez Cardona

La semana pasada se cumplieron 35 años del fallecimiento de Jorge Luis Borges. El Notoria Institute con sede en La Paz y el Club de la Libertad de Corrientes, Argentina, organizaron un conversatorio en el que comenté sobre ciertos vasos comunicantes entre la obra y la biografía borgeana con Bolivia.

Basándome en lo anotado por Luis H. Antezana (“Cachín”) en su “Álgebra y fuego. Lectura de Borges” (2000), sabemos que el boliviano Marcial Tamayo fue co-autor junto a Adolfo Ruiz Díaz de uno de los primeros libros sobre el escritor argentino, “Borges, enigma y clave” (1955), el único sobre sí mismo que Jorge Luis Borges confesaba haber leído, aunque decía con su magnífica ironía que “no pudo encontrar la clave”.

Un dato más reciente sobre Marcial Tamayo es el comentado por Jorge Saravia en un artículo publicado en un periódico paceño el 9 de mayo del corriente año, dando cuenta de que, ya en 1953, el autor boliviano había sido incluido por Borges y Bioy Casares en su famosa antología de “Cuentos breves y extraordinarios”, con el relato “Hallazgo de un tesoro”, entre nombres de la talla de Poe, O’Henry, Chesterton, Stevenson y Kafka.                                

Otro hito insoslayable es el boliviano Ricardo Jaimes Freyre, cuyas líneas Borges citaba como ejemplo de poesía “puramente verbal”. “Peregrina paloma imaginaria/Que enardeces los últimos amores/Alma de luz, de música y de flores/Peregrina paloma imaginaria”, cantaban los versos que, según lo apuntado por Borges en “La cifra” (1981), “no quieren decir nada y, a la manera de la música, lo dicen todo”.  

Un par de referencias sueltas sobre Bolivia aparecen también en la obra de Bustos Domecq, heterónimo que fundía a Borges y Bioy para la escritura de cuentos policiales y humorísticos. En “Seis problemas para don Isidro Parodi” (1942), un personaje comenta que “el 7 de enero, a las cuatro y catorce a.m., sobriamente caracterizado de tape boliviano, abordé el Panamericano”; mientras que en “El teatro universal” (1967) otro personaje obtiene la “difícil beca Shortbread” para realizar estudios superiores de ajedrez en Bolivia.

Siguiendo lo escrito por Antezana, el crítico literario ve elementos o procedimientos borgeanos en parte de la obra de Oscar Cerruto, como en “Estrella segregada” (1973), así como en el poemario “Ferviente humo” de Eduardo Mitre (1976), la novela “Felipe Delgado” de Jaime Sáenz (1979), “Reflexiones maquiavélicas” de Pedro Shimose (1980) y en la novela breve “El otro gallo” de Jorge Suárez (1990).

A la lista de “Cachín” deben sumarse sin duda los nombres de Gustavo Cárdenas Ayad y Aníbal Crespo Ross, entre los poetas con notables ecos borgeanos. Cierro esta enumeración provisional recordando al entrañable Mauricio Peña Davidson, fallecido en 2018, autor de “La pasión del lenguaje. Aproximaciones a la poesía de Jorge Luis Borges” (2004), y que tal vez fuera el mejor declamador de los poemas de Borges en Bolivia, repertorio donde sobresalía su memorable interpretación de “Endimión en Latmos”.


viernes, 18 de junio de 2021

Medidas contra la “Narconomics”

Emilio Martínez Cardona

En un artículo anterior, “Perjuicios de la Narconomics”, comentábamos la investigación abierta por la Brigada Parlamentaria Cruceña sobre la “presunción de lavado de dinero” en el ingreso de áridos chapareños al mercado de la construcción de Santa Cruz, en vista de los precios artificialmente bajos de ese material, de donde se presupone la posibilidad de un dumping apuntalado por una economía ilícita.   

¿Cómo se ha respondido al mismo fenómeno en otros países de América Latina? El fenómeno del lavado de dinero del narcotráfico en la construcción ha sido objeto de múltiples estudios en el continente, remarcando, como el artículo del mexicano José Arbulu (“La prevención antilavado en las empresas constructoras”) la importancia de verificar el valor de los materiales.

“Las empresas constructoras e inmobiliarias corren el riesgo de quedar involucradas en actividades de lavado de activos de forma directa o indirecta. (…) Será indirecta si el negocio es utilizado para el reciclaje de fondos ilícitos con desconocimiento de sus representantes o directivos”, señala.

Para reducir el involucramiento indirecto, en varios países se han propuesto e implementado sistemas de información, como el impulsado en México desde 2012, promoviendo un programa de autorregulación de las constructoras.

En Ecuador, un estudio de la Universidad del Azuay subraya “la necesidad de que exista un documento o manual que regule las diferentes maneras de detectar, prevenir y erradicar que se dé el lavado de activos. Manual que deberá ser socializado a todas las personas que de una u otra manera estén involucradas en el campo de la construcción”.

En Colombia, de acuerdo a los investigadores Javier de Quinto (Universidad San Pablo-CEU) y Adriana Arcila (Universidad de Manizales), la penetración del narcotráfico en el sector de la construcción “no fue tan alta debido a que este sector está dotado de un esquema de financiamiento institucional, sujeto a requisitos previos e información”.

Como se ha visto en este breve análisis comparativo, uno de los principales recursos utilizados ha consistido en dar información a los agentes económicos para que puedan tomar decisiones responsables, impulsando su autorregulación.

En el caso de Santa Cruz que citábamos al inicio, la Gobernación podría asumir este rol en el marco de su catálogo competencial, que incluye la “planificación del desarrollo departamental”, “estadísticas departamentales”, “transporte terrestre” y “proyectos de infraestructura”.

Se trataría de una modalidad de planeamiento indicativo, no vinculante, donde el Gobierno Departamental sistematizaría información (estructura de costos referenciales que eviten precios predatorios o narcodumping, etc.), facilitándola a los tomadores de decisiones en sectores ligados a la construcción, tanto en la obra privada como, prioritariamente, en la pública.