La rebelión de las bicicletas
Emilio Martínez Cardona
Así como los habitantes de Hong Kong dieron a conocer su
disidencia ante los mandarines neomaoístas de Pekín con la “revolución de los
paraguas”, los cruceños han centrado sus protestas de la última semana en otros
implementos de uso cotidiano: las bicicletas.
Todo se dio naturalmente, por la necesidad de
transportarse hasta los puntos de bloqueo en una ciudad de amplio crecimiento
horizontal. Nadie pensó estar forjando un símbolo libertario.
La “rebelión de las bicicletas” es la expresión de
quienes apuestan por la resistencia inteligente y no violenta, pacífica pero
activa, en contraposición con los núcleos radicalizados que le hacen el juego a
la polarización autoritaria, buscada desde los sectores más “chavistas” del
gobierno.
Esta es una de las disyuntivas en las que se desarrolla
el despliegue de las protestas por la transparencia electoral. Otra tiene que
ver con la dicotomía entre centralismo y descentralización, como bien lo apuntó
el historiador cruceño Alcides Parejas en un comentario difundido en días
pasados.
“Escuché con mucho cuidado el discurso de Carlos Mesa. (…)
Fue un discurso de trinchera, como debía ser, pero… ¿se dieron cuenta que fue
un discurso centralista? La Paz, sede de gobierno, tumba de tiranos, decían. Y
ni una sola palabra para los cruceños que somos los que sostenemos el peñón. (…)
Los que van a partir el bacalao se están haciendo los opas. Cuidado que también
ahí es donde tenemos que defender por lo que luchamos. Que no se nos vaya a
quemar el pan en la puerta del horno. Cruceños, a seguir firmes, pero con mucho
cuidado. Recordemos que el historiador argentino Levillier dijo que la historia
cruceña es patética en su sostenido heroísmo”, escribió Parejas.
¿Cómo va entretanto el vecindario?
En Chile, la convulsión se desenvuelve en una dialéctica
entre la acción más ingenua o espontánea de los anarquistas y los golpes
coordinados de los afines al Foro de Sao Paulo. Y, por mucho que hubiera por
reformarse, preocupa que todo parezca ir decantándose hacia una Asamblea
Constituyente. Con pocas excepciones, en las últimas décadas este ha sido el
expediente para la instalación de regímenes híbridos en la región.
En Argentina, la incertidumbre tiene que ver con el
camino a seguir por el presidente electo, Aníbal Fernández: ¿será “lo mismo que
Cristina”, como afirmó en campaña, o dará un giro hacia un populismo pragmático
que incluya ciertos acuerdos básicos con el macrismo?
En Uruguay, la votación del domingo pasado abrió un
proceso de ballotage donde cinco fuerzas opositoras (Partido Nacional, Partido
Colorado, Cabildo Abierto, Partido de la Gente y Partido Independiente) se
unirían el 24 de noviembre para desplazar del poder a la coalición de izquierda
del Frente Amplio, bajo la consigna de un gobierno multicolor y una alternancia
plural. Nota remarcable: en la primera vuelta, a nadie se le ocurrió plantear
que los candidatos tercero, cuarto, quinto y sexto “se bajaran”. En cambio, se
construyeron espacios políticos complementarios.