La izquierda residual se reúne en Buenos Aires
Emilio Martínez Cardona
La llegada de Jair Bolsonaro al gobierno del Brasil marca
un antes y un después para el Foro de Sao Paulo, el cártel de partidos de
izquierda que años atrás coordinó la toma del poder en gran parte de América
Latina por los catastróficos “socialismos del siglo XXI”.
Ahora, ante la debacle de esa entidad, varios de los
mismos actores que la conformaban buscan otros espacios donde rearticularse. La
primera cita de esta “izquierda residual” se dará el 16 y 17 de este mes en
Buenos Aires, en un evento organizado por el Consejo Latinoamericano de
Ciencias Sociales (Clacso), que hará las veces de “Contracumbre” previa al
encuentro de los gobiernos del G20, que se reunirán poco después en la capital
argentina.
Entre los disertantes del “foro de pensamiento crítico” (!)
de Clacso tenemos a las cleptócratas Cristina Fernández de Kirchner y Dilma
Rousseff; al sofista mayor de la autocracia “comunitaria” boliviana, Álvaro
García Linera; al ex gobernante colombiano Ernesto Samper, acusado de haber
sido financiado por el Cártel de Cali; el neocomunista Pablo Iglesias, alfil de
Venezuela e Irán en España; y el ex terrorista tupamaro y parlanchín ex
presidente José Mujica, tal vez preocupado por un próximo destape sobre las
conexiones del “Lava Jato” en Uruguay.
Es previsible que poca o ninguna autocrítica salga del
encuentro, que más bien estará centrado en el guión prefabricado que trata de:
1) descalificar a los nuevos gobiernos democráticos regionales como una
“restauración conservadora”; 2) denostar los ajustes al gasto público como
“recetas neoliberales”, obviando que se trata de respuestas necesarias al
desbarajuste fiscal dejado por ellos mismos; 3) denunciar el “intervencionismo
imperialista de Estados Unidos” en el continente, ocultando injerencias que los
populistas de izquierda alentaron, como las de China, Rusia y la teocracia de
los ayatolas; y 4) poner en duda las investigaciones sobre la hiper-corrupción
de sus regímenes, tildándolas de “persecución política judicial”.
Junto a los protagonistas principales, harán de comparsa
otras figuras como el derrotado candidato petista Fernando Haddad y su
compañera de fórmula, Manuela Dávila, del Partido Comunista de Brasil; el
ultrakeynesiano ex ministro de economía de Argentina, Axel Kicillof; un
subgrupo de “militantes sociales” ligados al Papa suplente, Jorge Mario
Bergoglio; y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, para quien sólo
hay “algunos problemas” en Venezuela y Nicaragua;
De todas formas, es sintomática la ausencia de
disertantes de esos dos últimos países, con dictaduras demasiado
impresentables, incluso para el cada vez menos creíble Clacso.
Sería bueno que los liberales de América Latina tomen
nota y estén atentos para dar una respuesta rápida a las numerosas falacias que
sin duda serán producidas y difundidas desde este encuentro. La defensa de la
democracia republicana así lo amerita.