¿Hacia un “Fondioc” de la salud?
Emilio Martínez Cardona
El
gobierno se alista a centralizar recursos de la coparticipación tributaria,
correspondientes a gobernaciones y municipios,
con la excusa del Seguro Universal de Salud. Por una parte, se apunta a
una medida que pueda tener algún impacto electoral, en vista del estado crítico
del sistema nacional de salud y del palpable malestar ciudadano.
Pero
también se trataría de una nueva prebenda para los “movimientos sociales” del
oficialismo. Esto último, teniendo en cuenta que la medida fue elaborada en
encuentros con estas organizaciones sindicales y que el seguro sería manejado
con su “control social”…
Así
planteada y con estos actores, la iniciativa conlleva un serio riesgo de
corrupción o desvíos, dado el antecedente del Fondo Indígena (Fondioc) donde
los “movimientos sociales” desfalcaron al menos 182,7 millones de dólares,
transferidos a cuentas privadas de sus dirigentes.
La
concentración de recursos en el seguro anunciado podría dar lugar, entonces, a
una suerte de “Fondioc” de la salud, donde los beneficiarios no serían
precisamente los pacientes, sino la burocracia sindical que es pieza clave del
esfuerzo reeleccionista.
Junto a
los recursos de coparticipación, es probable que se apunte a echarle mano al
préstamo de 300 millones de dólares aprobado en junio pasado por el Banco
Mundial, teóricamente destinado al fortalecimiento de la red hospitalaria.
Además del
riesgo de corrupción, hay que cuestionar el enfoque centralista adoptado por el
gobierno para el Seguro Universal de Salud, que contradice todos los estudios
nacionales e internacionales en la materia, donde la descentralización es un
elemento fundamental para la eficiencia de la inversión social.
Citemos,
por ejemplo, a la Revista de Análisis Económico editada por la estatal Udape, en
su número de abril del corriente año, donde se establece “la existencia de una relación
positiva entre el desempeño en los sectores salud, educación, vivienda y servicios
urbanos, y la descentralización”.
Otro
ángulo a tener en cuenta es la posible intención gubernamental de dar entrada
en Bolivia –a costa del seguro- a nuevos contingentes de brigadistas cubanos,
que serían desalojados del Brasil de Bolsonaro.
El
proyecto ha concitado los cuestionamientos de la reciente Cumbre Departamental
de Salud realizada en Santa Cruz, impulsada por el Colegio Médico, el Comité
Cívico y el Sedes.
Al tiempo
de subrayar que Bolivia debe contar con un seguro de salud universal y gratuito,
la Cumbre cuestionó la irresponsabilidad de implementarlo “sin garantizar su
sostenibilidad financiera”, el afán electoralista y la centralización, que
viola tanto la Constitución Política del Estado como la Ley Marco de Autonomía
“Andrés Ibáñez”.
El
encuentro también determinó una declaratoria de emergencia y la evaluación de
“medidas de presión como las que resistieron al Código Penal”, así que
podríamos estar a las puertas de una nueva batalla ciudadana como la vivida en
el mes de enero, esta vez contra el centralismo y el peligro de concentrar los
escasos recursos de la salud en manos salpicadas por múltiples hechos de
corrupción.