Los cuatro jinetes del
Democalipsis
Emilio Martínez Cardona
En medio de la confusión y el caos de estos tiempos,
tratemos de establecer cuáles son las fuerzas que mayormente contribuyen a la
turbulencia nacional, cerniendo nubes de tormenta sobre la frágil democracia
boliviana. Propongo como hipótesis la existencia de cuatro jinetes del
Democalipsis, a saber:
1. Pandemia. El jinete global de la peste habría
puesto en jaque a cualquier gobierno; basta imaginar un contrafactual con el
MAS aún en el poder, para deducir que podríamos estar en una situación mucho
peor. Una rápida mirada comparativa a la generalidad de los países vecinos (con
las excepciones de Uruguay y Paraguay)
también indica que aquí se actuó con celeridad para la contención
inicial y que se evitó más de un millón de contagios. Sin embargo, lo dantesco
de la realidad epidemiológica sigue induciendo a una percepción de
insuficiencia de cualquier medida que pueda tomarse.
2. Reunificación del masismo. Hasta fines de enero, el
sector moderado del MAS en el Parlamento jugaba a la gobernabilidad y se
mostraba distante del grupo asilado en Buenos Aires. Pero hacia el mes de marzo
esto comenzó a cambiar, conduciendo a una reunificación del Movimiento Al
Socialismo, que ahora actúa con una estrategia dual para la obstrucción
parlamentaria y la desestabilización territorial. ¿No se operó debidamente para
incorporar al sector de Eva Copa en el nuevo ecosistema de partidos políticos?
Es posible, aunque la senadora tampoco ha dado señales claras de tener un
compromiso con una reinvención socialdemócrata o centrista de al menos un ala
del masismo.
3. Sabotaje interno. El gobierno constitucional
surgido en noviembre evitó una masacre blanca en el aparato público, algo
razonable ante la necesidad de preservar la funcionalidad institucional. Sin
embargo, faltaron cambios quirúrgicos en mandos medios estratégicos, los que
terminaron conspirando con el evismo en los casos respiradores y YPFB,
potenciando irregularidades para diluir por contraste la imagen de
hipercorrupción que signó al régimen de los 14 años.
4. Oportunismos electorales. En el campo no masista,
Bolivia no tuvo la suerte de contar con una oposición responsable como la del
PDS de Portugal, que le puso el hombro a la gestión de su adversario en el
oficialismo en medio de la pandemia. Aquí, en cambio, han sobrado la mezquindad,
el cálculo miope y la crítica microscópica que, de manera conciente o no,
pueden tapizar el camino de regreso del evismo al poder.
Empezar a cambiar esto último exigiría un mínimo marco
unitario de consenso, impulsando concertación programática para las políticas
de Estado de los próximos cinco años, acuerdos sobre postulaciones en las
circunscripciones uninominales y una suerte de pacto de no agresión entre los
frentes democráticos.