Apuntes sobre la muerte de García Lorca
Emilio Martínez Cardona
En un nuevo aniversario del fusilamiento del autor de Poeta en Nueva York apuro algunos
apuntes mínimos, sobre aspectos poco abordados de esa historia.
I
Desde la izquierda radical se ha querido utilizar
ideológicamente al escritor granadino, obviando que éste había declarado idéntica
oposición al comunismo y al fascismo, ubicándose más bien hacia el centro liberal.
II
Su ejecución fue instigada por la irresponsabilidad de
otro poeta, el estalinista Rafael Alberti, en cuya mansión funcionaba una de
las siniestras chekas (células de policía política tristemente célebres por sus
métodos de tortura). Alberti leyó por radio un escrito incendiario contra los
nacionalistas, atribuyéndolo falsamente a García Lorca, lo que provocó la furia
en el bando de los alzados.
III
El poeta granadino había buscado refugio en casa de unos
amigos falangistas y quienes lo apresaron pertenecían a otra ala de la derecha,
la CEDA, quienes en realidad buscaban ocasionarles un daño político a sus
rivales. Más que un objetivo en sí mismo, García Lorca fue una especie de “daño
colateral” en una lucha intestina.
IV
Junto a la condena del asesinato de García Lorca debe
hacerse otra de igual calibre, contra la ejecución del gran ensayista y crítico
literario Ramiro de Maeztu a manos de los milicianos del Frente Popular.
Completo estos apuntes con un microrrelato contrafactual,
que insinúa lo que podría haberle sucedido al escritor si hubiera logrado salir
al exilio. El texto forma parte del mi libro Reinvenciones, publicado este año por la Editorial 3600.
LORCA
Triste destino el
del poeta granadino Federico García Lorca. Escapar de un seguro fusilamiento a
manos de los nacionales y exiliarse en Cuba, para morir en los años ´60 en uno
de los campos de concentración para homosexuales de Fidel Castro.