Acupuntura urbana
Emilio Martínez Cardona
Debemos al genio de Jaime Lerner,
revolucionario ex alcalde de Curitiba, el desarrollo del concepto de acupuntura
urbana, también teorizado por el finlandés Marco Casagrande.
Se trata de una intervención no invasiva
sobre el cuerpo de la ciudad, enfocada en reformas puntuales sobre diminutos
nodos de presión urbana, que no obstante su aparente modestia acaban
produciendo resultados importantes en el conjunto del espacio público.
Explica Lerner: “El principio de
recuperar la energía de un punto enfermo o cansado por medio de un simple
pinchazo tiene que ver con la revitalización de ese punto y del área que hay a
su alrededor. Creo que podemos y debemos aplicar algunas magias de la medicina a las ciudades, pues muchas están enfermas,
algunas casi en estado terminal. Del mismo modo en que la medicina necesita la
interacción entre el médico y el paciente, en el urbanismo también es necesario
hacer que la ciudad reaccione”.
Esta física de la ciudad nos habla de
una estructura nodal, con puntos neurálgicos capaces de producir ondas de
cambio o efectos dominó, ya sea sobre el sistema de transporte urbano, las
redes de mercados u otros espacios vitales.
Es un enfoque radicalmente distinto
del tradicional faraonismo de la obra
pública, apostando a la eficiencia más que a la visibilidad, y a la resolución
real de problemas urbanos antes que a la oportunidad para el sobreprecio.
El milagro de Cutiriba operado por
Lerner no estuvo basado en un gran derroche de recursos económicos, sino en un
cambio conceptual, en un repensar la ciudad concentrado en pequeños programas
autofinanciados, de “sostenibilidad infinita” al decir del arquitecto-alcalde.
Ante el congestionamiento vehicular,
en vez de un costoso metro o de un ensanchamiento de calles y avenidas que
habría afectado el tejido urbano circundante, Lerner y su equipo apostaron por
la reforma puntual: la creación de carriles exclusivos para autobuses en vías
ya existentes, con estaciones tubo donde se paga al ingresar y se pueden hacer
conexiones múltiples sin abonar más de un boleto.
En la misma escuela de la acupuntura
urbana, Medellín ha implementado soluciones con beneficios múltiples sobre el
empleo, la seguridad y el transporte.
El caso emblemático es el de la comuna
13, erigida sobre una ladera alejada de las zonas de alta ocupación de mano de
obra e incluso de los sistemas de transporte público que podían acercar a sus
habitantes hacia las potenciales fuentes de empleo.
Los pobladores de la comuna debían
caminar a través de 28 niveles por caminos escarpados para poder acceder al
transporte público, lo que implicaba grandes pérdidas de tiempo además de
importantes riesgos de seguridad, con preocupantes índices de asaltos
combinados con una lacerante desocupación.
La solución propuesta a la alcaldía
por el arquitecto Carlos Escobar fue un shock
de ingenio: una escalera mecánica de 384 metros y con techo que escala la
montaña en tan solo seis minutos.
El resultado fue un desplome de los
índices de desempleo y criminalidad, y una renovada expectativa de progreso
para la comuna 13.
De nuevo: la clave no está en el gasto
masivo sino en el pensamiento innovador, en el capital intangible de la
creatividad humana.