domingo, 11 de abril de 2010

LOS OPOSITORES POSIBLES

Emilio Martínez*

Las elecciones del 4 de abril redibujaron el mapa político nacional, instalando nuevos actores que se proyectan como los opositores posibles en la actual coyuntura. El caso emblemático es el de Juan del Granado, opositor contra su voluntad, desgajado del oficialismo por decisión presidencial.

Es fácil suponer que el líder del MSM intentará no profundizar las diferencias con el Movimiento Al Socialismo e incluso podría buscar una reabsorción en el bloque gobernante. Pero es igual de previsible la negativa del partido oficial, que más bien prepara una ofensiva para neutralizar al ex alcalde paceño con medidas tanto políticas como judiciales.

Las elecciones municipales también catapultaron liderazgos locales interesantes como los de Soledad Chapetón, Arturo Murillo y Abel Mamani. Mención aparte merecen Lino Villca y Félix Patzi, el primero con una proyección regional y el segundo apartado de la contienda electoral pero construyendo su propio espacio partidario.

En la mayoría de los casos, el eje de estos nuevos opositores parece inclinarse hacia el centroizquierda. Varios son, claramente, la expresión de un fenómeno que podríamos definir como el posmasismo.

En la Media Luna predominó la reiteración de los mismos actores políticos, con alguna sorpresa como la de Juan Carlos Urenda, que alcanzó al mismo tiempo la derrota electoral y la victoria mediática.

Si su resultado en el conteo fue exiguo, dado el poco margen que dejaban la polarización, el voto útil y las campañas financiadas por los poderes constituidos (nacionales o departamentales), logró en cambio una amplia plataforma comunicacional que lo convierte en un emergente líder de opinión.

Urenda ha definido su proyecto como “una visión renovadora y progresista de la autonomía” en contraposición a la “versión conservadora” que representaría Rubén Costas. ¿Habrá en paralelo al posmasismo del Occidente un poscostismo en el Oriente?


*Escritor y periodista. Autor del libro “Ciudadano X”.