Emilio Martínez*
Las encuestas internas que manejan las principales agrupaciones autonomistas, VERDES y TODOS, coinciden en que ambas fuerzas ocupan el primer y segundo lugar en la intención de voto de los cruceños.
Esto implica un radical cambio cualitativo en el escenario político departamental, donde la esperada polarización entre una opción opositora y el MAS podría dejar paso a una nueva disyuntiva, entre dos alternativas que expresan visiones diferentes sobre la manera de llevar adelante el proyecto autonómico regional.
Como constatan en forma paralela una conocida consultora norteamericana y una empresa nacional de trayectoria, el MAS no está logrando endosar el voto de Evo Morales a Jerjes Justiniano, lo que se traduce en el estancamiento del candidato oficialista en las encuestas.
El voto por Evo Morales no es transferible, como quedó demostrado en las elecciones prefecturales del 2005 y en los comicios para la Constituyente del 2006, procesos en los que el partido de gobierno obtuvo porcentajes de entre 25 y 26% en Santa Cruz, muy por debajo del apoyo recibido por el primer mandatario en el mismo departamento.
Si a esto se suma la tendencia a la baja en la intención de voto del ex prefecto Rubén Costas, que amenaza con caer debajo del 40%, y el crecimiento de Juan Carlos Urenda que bordea el 20%, una segunda vuelta entre ambos candidatos parece ser una posibilidad cada vez más cierta.
De confirmarse este nuevo escenario, los cruceños podrían encontrarse en la disyuntiva de escoger entre sucesión y reelección. Es decir, entre un nuevo liderazgo que pueda tomar la posta del proceso autonómico e inyectarle energía, o la reiteración de los mismos actores políticos que no lograron avanzar en la implementación del Estatuto.
Las encuestas también muestran la existencia de una gran cantidad de indecisos. Ellos tendrán la última palabra.
*Escritor y periodista.