martes, 6 de mayo de 2008

EL FRACASO DE EVO




- ¿Qué está pasando al interior del gobierno, después de la votación del 4 de mayo?

- La lucha interna de las facciones se ha intensificado y todos intentan echarle la culpa a los demás. Quintana, por ejemplo, intenta reposicionar la línea dura y se ha vuelto el principal impulsor de la idea de convocar cuanto antes a los referendos dirimidor y constitucional, dizque para contrapesar el efecto de la consulta cruceña. Una segunda línea, capitaneada por Santos Ramírez, busca cortar cabezas en el gabinete, achacándole a los ministros el revés sufrido en Santa Cruz. Si logra una recomposición del gabinete, podría colocar a varios de los suyos en cargos estratégicos. La tercera corriente, con “Q´ananchiri” García Linera a la cabeza, se ha llamado a silencio, pero opera de manera subterránea para contener los ataques combinados de las otras dos.

- Pero Evo dijo que la consulta fue un fracaso…

(risas durante cinco minutos)

- Perdone, tuve un ataque como el de Fujimori en el juicio. El discurso de Evo el domingo por la noche decía una cosa, pero su cara indicaba otra muy distinta. Sólo lo había visto igual de demacrado cuanto se conocieron los resultados del referéndum vinculante del 2006. No olvide que el lenguaje gestual dice más que las palabras. Fue gracioso, o quizás patético, ver al presidente enredarse con falacias matemáticas para intentar tapar el sol con un dedo. Si aplicáramos los mismos sofismas que le escribieron sus asesores a las elecciones del 2005 y sumáramos el ausentismo a la votación de los otros partidos, los sufragios blancos y nulos, tendríamos que el rechazo a Evo fue del 58%. Ergo: no debería haber accedido jamás a la primera magistratura y tendría que renunciar de inmediato. El gobierno lo intentó casi todo para evitar el triunfo del SÍ: desde la “Operación Eclipse” del 1º de mayo hasta la violencia promovida por sus tropas de choque. No olvidemos tampoco a los numerosos voceros internacionales movidos por las ONG´s afines, que visitaron Bolivia la semana previa al referéndum: la globalifóbica Naomi Klein, patrocinada por la Fundación Solón; Marta Harnecker, integrante de la privilegiada nomenklatura cubana y actual asesora de Hugo Chávez; Adolfo Pérez Esquivel, padrino de la candidatura de Evo al Nóbel de la Paz; el detractor profesional Martín Sivak… Pero la votación del 4 de mayo también fue el fracaso de la diplomacia sesgada y genuflexa de José Miguel Insulza, que ahora no tuvo más remedio que agachar la cabeza y reconocer su error…

- Mencionaba el fracaso de la “Operación Eclipse”. ¿Puede darme más detalles?

- La falta de acuerdo con las petroleras pone un gran signo de interrogante a la pretendida “segunda nacionalización”. Pero lo más interesante está en una de las cláusulas del convenio al que sí se llegó con Andina. En el apuro por cerrar trato, el gobierno terminó admitiendo que los inversionistas internacionales retengan el control de la administración por varios años más. En otras palabras, haber logrado la mayoría accionaria será lo mismo que nada.

- ¿Qué pasará con Entel?

- Fue la única nacionalización real del 1º de mayo. Un segundo plato que hubo que incluir de urgencia en el menú de la fallida “Operación Eclipse”, ante lo insípido del plato principal, que resultó bastante aguado. Lo grave es que esa empresa telefónica controla varios nodos de comunicación estratégicos, como las llamadas a larga distancia o la conexión a Internet, que ahora estarán en manos del Gran Hermano masista…