Caminábamos por la Plaza Murillo hacia el edificio del Congreso, cuando X soltó su comentario:
- El gobierno de Evo Morales se empeña en hacerle creer a la comunidad internacional que hay "esclavos" en el Chaco boliviano, cuando la realidad es que los únicos esclavos del país están en su feudo del Chapare...
- ¿Cómo es eso?
- Como lo oye. Los sindicatos cocaleros de los que Evo sigue siendo el máximo dirigente, retienen en esa zona a 5.000 jóvenes en condiciones laborales y sanitarias infrahumanas, a los que usan para procesar pasta base de cocaína. Hablo de los tristemente famosos "pisacocas", que muelen día y noche con sus pies una mezcla de sustancias nocivas. Esperemos que los organismos internacionales de derechos humanos y el Sr. Stavenhagen tengan ojos y oídos para esta terrible verdad. Aunque, por su comprobada tendencia a ver sólo lo que les conviene, eso podría ser mucho pedir...