La intención del gobierno de Evo Morales de prohibir en las escuelas varios libros clásicos de la literatura boliviana porque tienen contenidos "racistas", según algunas autoridades, desató hoy una polémica en medios políticos e intelectuales.
El escritor uruguayo Emilio Martínez, nacionalizado boliviano, lamentó en un artículo enviado a la prensa la "inquisición literaria" que, a su juicio, pretende imponer el Ejecutivo de Morales.
Martínez opina que vetar novelas clásicas como "Raza de Bronce", del historiador Alcides Arguedas, sería "un disparate mayúsculo", pues, dice, "es en realidad una denuncia sobre la trágica condición del pueblo aimara", al que pertenece el Presidente.
El catedrático Mauricio Souza dijo a EFE que el Ejecutivo tendrá que demostrar que las obras que pretenden prohibir "son realmente racistas", porque si las cataloga así porque alguno de sus personajes es racista, sería una "confusión conceptual".
Para Martínez, "la condena de libros es un síntoma evidente de autoritarismo e intolerancia", como la quema de la Biblioteca de Alejandría y "las purgas de los clásicos del confucianismo en la China maoísta".
En enero pasado, Morales tildó a Martínez de "agente del imperialismo norteamericano" por su libro "Ciudadano X: La historia secreta del evismo", crítico con el proyecto político liderado por el mandatario.
El viceministro de Descolonización, Félix Cárdenas, anunció la intención oficial de eliminar del currículo educativo varios libros con contenidos presuntamente "racistas".
Cárdenas dijo que el gobierno "ubica los lugares nucleares del colonialismo (...) que no son todos, pero son lugares especiales. La educación, por ejemplo. Seguimos leyendo 'Raza de bronce', que es el libro más racista, y sigue siendo libro base de lectura 'La niña de sus ojos'".
"La niña...", de Antonio Díaz Villamil, relata la historia de una joven que niega sus raíces aimaras en busca de superación personal y termina siendo rechazada por un pretendiente, cuando él se entera de su ascendencia.
La polémica surge en momentos en que las principales organizaciones bolivianas de medios y periodistas recolectan cientos de miles de firmas para someter a un referendo dos artículos de la ley antirracista que, en su opinión, vulnera la libertad de expresión.
Souza cree que, en vez de prohibir la lectura de novelas con supuestos contenidos racistas, Morales debería tomar esos libros como "una gran oportunidad para que en clase se practique una lectura descolonizadora de nuestras grandes obras literarias".
"Frente a realidades que condenamos, la solución no es prohibirlas, silenciarlas o ignorarlas. Eso es la solución del avestruz, en vez de afrontar esas realidades críticamente", dijo a EFE.
Según el diario Los Tiempos, el viceministro de Educación Regular, Iván Villa, afirmó que no se prohibirán los libros, pero sí se controlará en las escuelas la lectura de obras que atenten contra la ley antirracista promulgada este mes por el Ejecutivo.
Anunció, además, que desde 2011 se incluirán en el currículo 36 nuevos textos escolares acordes con la norma.
EFE